En la orilla de la muerte me encontraba, sin Dios, sin perdón, sin esperanza, esperando vivir en este mundo, sin tener perdón para mi alma.
Más por esto, vino Cristo el Salvador, a buscar y a Salvar a los perdidos, y en estos se encontraba ya mi vida, más por Gracia, me alcanzó, Cristo Jesús.
Caminé por el mundo sin consuelo, sin querer aceptar que había un Dios, y hundido en mi orgullo cada día, sin querer reconocer yo mi maldad.
Más por esto, vino Cristo el Salvador, a buscar y a Salvar a los perdidos, y en estos se encontraba ya mi vida, más por Gracia, me alcanzó, Cristo Jesús.
Tú que escuchas pecador que no has querido, aceptar a este Cristo de Poder, piensa bien a donde está tu alma, y en donde pasarás la eternidad.
Más por esto, vino Cristo el Salvador, a buscar y a Salvar a los perdidos, y en estos se encontraba ya mi vida, más por Gracia, me alcanzó, Cristo Jesús.