A la casa de Jairo iba Jesús, una gran multitud iba tras Él, y una pobre mujer llena de fe, no miro la multitud más le toco.
Haz tú cuál la mujer que fue y toco, el borde del vestido del Señor, Virtud salió de Él y ella sanó, y si le tocas tú, salvo serás.
Aquel pueblo inmenso le escuchó, una parte creía al Señor, pero el resto furioso rechazó, a ese Mensajero del excelso Amor.
Haz tú cuál la mujer que fue y toco, el borde del vestido del Señor, Virtud salió de Él y ella sanó y si le tocas tú, salvo serás.
Jesucristo fui yo quién te toco, mi mal ningún doctor pudo quitar, más Tu Mano Potente me sanó y ahora mi alma y cuerpo traigo a Tu Altar.
Haz tú cuál la mujer que fue y toco, el borde del vestido del Señor, Virtud salió de Él y ella sanó y si le tocas tú, salvo serás.
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