Alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.
Juan vio el número de los Redimidos, y todos alababan al Señor, unos oraban, otros cantaban, y todos alababan al Señor.
Alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.
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