Ante el Trono Celestial, Él intercede hoy por mí, gran Sacerdote es Jesús, quien por siempre vivirá, y en Sus Manos, por Su Amor, mi nombre ya grabado está, y mientras en Su Trono esté, nadie de Él me apartará, nadie de Él me apartará.
Cuando he caído en tentación y al sentir condenación, al ver al cielo encontraré, al Inocente quien Murió, y por Su Muerte el Salvador, ya mi pecado Perdonó, pues Dios el Justo aceptó, Su Sacrificio hecho por mí, Su Sacrificio hecho por mí, Su Sacrificio hecho por mí.
He aquí el Cordero Redentor, quien al Morir, Resucitó, el Inmutable gran, Yo Soy, el Rey de Gloria y Majestad, unido a Él no moriré, pues con Su Sangre me compró, mi vida escondida está, en Cristo Dios, mi Salvador, en Cristo Dios, mi Salvador, en Cristo Dios, mi Salvador.
Ante el Trono Celestial, Él intercede hoy por mí, gran Sacerdote es Jesús, quien por siempre vivirá, quien por siempre vivirá, quien por siempre vivirá.