Cristo, mi sabiduría, me humilla no entender, Tus Caminos tan gloriosos, cada uno bueno es, si me siento agobiado, o ansioso en mi interior, que por Gracia vea más claro, Tú eres Dios, yo no lo soy.
Cristo, sé mi Regocijo, si no alcanzo a comprender, por Tu Voluntad, ordenas, gozo y llanto, mal y bien, hazme ver que Tú Gobiernas, sobre toda tempestad, en la hora más incierta, Tú eres Dios y me amarás.
Cristo, a Ti mi vida entrego, aún velado el porvenir, si el camino es oscuro, dame fe para seguir, que a Tu Ley pueda aferrarme, Tu Palabra sea el sostén, nunca vas a abandonarme, Tú eres Dios, por siempre Fiel.
Cristo, cuánto te adoro, por Tu cruz de Redención, despreciaba yo Tu Rostro, más Tu Sangre me compró, cantaré de Tus Bondades, en Tu Amor me gloriaré, Cristo, mi sabiduría, Tú eres Dios, te alabaré. Cantaré de Tus Bondades, en Tu Amor me gloriaré, Cristo, mi sabiduría, Tú eres Dios, te alabaré.