Día tan grande no puedo olvidar, día de Gloria sin par, cuando en tinieblas al verme andar, vino a Salvarme el Señor, gran compasión tuvo Cristo de mí, de Gozo y Paz me llenó, quitó las sombras, Su Gloria, Su Nombre, la noche en día cambió.
Dios descendió de Gloria me llenó, cuando Jesús por Gracia me salvó, fui ciego, me hizo ver y en Él renacer, Dios descendió y de Gloria me llenó.
Nací de nuevo en virtud de Jesús, a la familia de Dios, justificado por Cristo el Señor, gozo la gran Redención, Bendito sea mi Padre y Dios, que cuando vine con fe, fui adoptado por Cristo, el Amado, loores por siempre daré.
Tengo esperanza de Gloria Eternal, me regocijo en Jesús, me ha preparado un bello rincón, en la Mansión Celestial, siempre recuerdo con fe y gratitud, al contemplarle en la cruz, que Sus Heridas me dieron la vida ¡Alabo al Bendito Jesús!
Dios descendió de Gloria me llenó, cuando Jesús por Gracia me salvó, fui ciego, me hizo ver y en Él renacer, Dios descendió y de Gloria me llenó.