Vivía yo bajo el peso de mis culpas, sin luz, sin fe, sin esperanza y sin Dios, más soy feliz porque Cristo me hizo libre y mi deleite es andar de Él, en pos.
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, al Señor, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, qué Grande es Su Amor.
En esta vida no hay gozo más sublime, que gozar de Cristo y de Su Salvación, y recibir de Su Espíritu Divino, constantemente Su Santa Comunión.
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, al Señor, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, qué Grande es Su Amor.
Si tan feliz es el alma en esta tierra, unida a Cristo en comunión espiritual, pues que será al mirar Su Excelsa Gloria, allá en aquella hermosísima Ciudad.
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, al Señor, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, qué Grande es Su Amor.