De paz inundada, mi senda ya esté, o cúbrala un mar de aflicción, mi suerte cualquiera que sea, diré: Estoy bien, estoy bien con mi Dios. Estoy bien, con mi Dios, estoy bien, estoy bien con mi Dios.
Ya venga la prueba, o me tiente satán, no amengua mi fe ni mi amor, pues Cristo comprende mis luchas, mi afán, y Su Sangre obrará en mi favor. Estoy bien, con mi Dios, estoy bien, estoy bien con mi Dios.
La fe tornarase en feliz realidad, al irse la niebla veloz, desciende Jesús con Su Gran Majestad ¡Aleluya, estoy bien con mi Dios! Estoy bien, con mi Dios, estoy bien, estoy bien con mi Dios.
Todo este material es totalmente sin ánimo de lucro y ha sido publicado solo para la edificación del pueblo de Dios. Es por tanto para uso personal (No comercial).