¿Has oído las cadencias de una marcha sin igual, que satura de victoria la conciencia terrenal? Sus acentos melodiosos, son emblema celestial, de Gloria y Devoción.
Gloria, Gloria, Aleluya, Gloria, Gloria, Aleluya, Gloria, Gloria, Aleluya, Jesús es el Señor.
Es la Iglesia que en su marcha representa la Deidad, y a su paso va tocando la creciente humanidad, con Palabras cuyo efecto, reproducen, con verdad, completa Salvación.
Gloria, Gloria, Aleluya, Gloria, Gloria, Aleluya, Gloria, Gloria, Aleluya, Jesús es el Señor.
En las filas del Maestro, soy valiente y luchador, y buscando a los perdidos me dedico con valor, no me arredran los conflictos, ni la dura oposición, Jesús es mi Señor.
// Gloria, Gloria, Aleluya, Gloria, Gloria, Aleluya, Gloria, Gloria, Aleluya, Jesús es el Señor // Amén, Amén.