LA VESTIMENTA DEL CREYENTE

(PRIMERA PARTE)

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Vamos a iniciar nuestro estudio para conocer y entender, cómo debe ser la vestimenta del creyente. Muchas personas tienen su propia opinión acerca de este tema, algunos hasta tienen normas y reglas de cómo deben vestirse, otros consideran que la vestimenta depende del factor cultural de cada país, otros piensan que no importa la forma en que se vistan, porque esto no define si una persona es creyente o no, pero hay otros que sí consideran que la vestimenta influye mucho en lo que es el creyente. La idea de este estudio es que sea la Biblia la que nos muestre, cómo debe ser la vestimenta del creyente, para que después nos podamos someter a la voluntad del Señor. Este estudio lo hemos dividido en una serie de 4 programas diferentes, para que podamos comprender bien todo el contexto y tener claro cómo debe ser la vestimenta que debe utilizar el creyente. 

En este primer programa, vamos a iniciar con algo que a muchos se les puede hacer algo extraño, ya que no vamos a iniciar hablando de la vestimenta, sino que justamente de todo lo contrario a lo que significa una vestimenta. ¡La desnudez! Nadie puede vestirse si antes no está desnudo. Así que vamos a ver qué pasa con nuestra desnudez. Cómo la ve el Señor y como la vemos nosotros los humanos, ya qué, en la mayoría de los países del mundo, hoy en día, las personas cada vez andan mostrando más y más su cuerpo y no solo en el mundo, sino que también dentro de las congregaciones pareciera que se han convertido en pasarelas de moda.

Por todo lo anterior vamos a comenzar en el libro de Génesis en el capítulo 2 y vamos a leer desde el versículo 23 en adelante, que dice: Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. La caída del hombre y el pecado, lo encontramos hasta el capítulo 3 de Génesis, pero acá en el capítulo 2, dice la Biblia que Adán y Eva estaban desnudos y no sé avergonzaban, porque lógicamente todavía no habían pecado contra Dios, sus ojos estaban en la luz, como decía el Señor en Mateo 6:22-23; La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿Cuántas no serán las mismas tinieblas? Y esas tinieblas fue lo que justamente pasó luego, en el capítulo 3 de Génesis que dice: Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

La Biblia dice que satanás, es el padre de la mentira y aquí aparte de que la mujer se vio tentada, satanás utilizó varias estrategias para hacerla caer, para que al final pecara contra Dios. Como mentiroso que es, solo le dijo; que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, pero no le iba a explicar qué significaba eso, de que fueron abiertos sus ojos. Porque mientras la mujer creía que hablaba de sus ojos naturales y de cosas terrenales, satanás estaba hablando de sus ojos y vida espiritual, porque desde ese momento conocerían el bien y el mal. Lo que no contaba Eva y Adán era que el problema de conocer el bien y el mal; es que todos los designios de los pensamientos de nuestro corazón, son de continuo solamente al mal, como dice Génesis 6:5 

Pero continuemos leyendo siempre en capítulo 3 de Génesis, en el versículo 6 que dice: Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; satanás utilizó una media verdad, que al final es una mentira total, para convencer a la mujer, porque le dijo; ustedes van a saber o sea, conocer entre el bien y el mal y dice la Biblia, qué cuando tomaron el fruto, entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; Entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

Antes habíamos leído que ambos estaban desnudos y no sé avergonzaban y luego en cuanto pecaron, tuvieron el conocimiento y descubrieron que su desnudez era una vergüenza: La vergüenza es una emoción que nos mueve a ocultar algún defecto, rasgo o acción propia, que creemos que, de ser revelados, provocaría la no aceptación o rechazo de otros. Por esta razón se cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales, porque como ya había entrado el pecado en el mundo, ya sus pensamientos habían cambiado, la luz se había convertido en tinieblas, el amor puro y la confianza entre ellos había desaparecido, después de que comieron ese fruto. 

Dice luego en el versículo 8: Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Más Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Como el Señor, llegó a buscarlos de día, Adán se sintió desnudo y se escondió, porque sentía vergüenza. Vivimos en un mundo en el cual se ha perdido la vergüenza. Un mundo en donde el cuerpo es puesto como instrumento para cometer todo tipo de pecados. Estamos bombardeados en redes sociales, en los lugares públicos y en todo lugar, con imágenes de cuerpos que presumen su desnudez a cualquier precio, porque así logran captar la atención de las personas. ¡Su ídolo y su Dios es su cuerpo! Y entre más se muestra, más atrae las miradas y más se llenan las personas de codicia, de lujuria y la imaginación nada en medio de un mar de pecados.

En este primer programa, queremos que usted pueda ver, que lo que la Biblia enseña, es contrario a lo que enseña satanás en el mundo, porque la desnudez siempre fue, es y debe ser una vergüenza, de la cual no nos deberíamos sentir orgullosos de andar mostrando de forma pública, pero como hoy en día, se han perdido todos los valores y nadie quiere obedecer la voluntad de Dios; la desnudez, viene siendo un acto de idolatría que es honrado tanto por mujeres como por hombres.

Luego en el versículo 11 dice: Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.

Aún en medio del pecado y aún en medio de todo lo que había ocurrido con Adán y Eva, dice la Biblia que Dios les hizo túnicas de pieles y los vistió. Acá tenemos algo que es muy importante y no debemos de pasar por alto, ya qué, si se fijan bien, supuestamente ya Adán y Eva se habían hecho delantales que cosieron con hojas de higuera para tapar su desnudez; Pero aun así se escondieron entre los árboles del huerto y acá le hemos que Jehová Dios los vistió. Eso significa que lo ellos habían logrado tapar con los delantales que se hicieron, no fue suficiente para cubrir su desnudez y por eso todavía tenían vergüenza, hasta que Dios los vistió de la forma correcta, para que ya no tuvieran vergüenza de verse el uno al otro de forma pública. 

En los siguientes programas, vamos a ver más detalles de cómo Dios ha vestido al humano y si es que esto representa que el creyente debe de andar con un vestido, desde los pies hasta el cuello, si debe de andar con un velo o si eso depende del factor cultural. Pero por ahora vamos a leer algunos versículos en donde la Biblia nos muestra, cómo la desnudez desde tiempo antiguo, ha sido una vergüenza para todas las personas, aunque ahora parezca algo raro en nuestras generaciones.

Dice Isaías, capítulo 20, versículos del 1 al 4. En el año que vino el Tartán a Asdod, cuando lo envió Sargón rey de Asiria, y peleó contra Asdod y la tomó; en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve y quita el cilicio de tus lomos, y descalza las sandalias de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo. Y dijo Jehová: De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, por señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía, así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y los deportados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto.

Era una humillación, una deshonra y una vergüenza qué las personas pudiesen ver su desnudez. El creyente no está llamado a que se adapte a la moda de cada país o a los gustos y hábitos de cada generación. Lo bueno es bueno y lo malo es malo y la desnudez, siempre ha sido una vergüenza a pesar de que satanás la ha utilizado en todos los niveles, pero como creyentes no debemos andar en la corriente de este mundo, sino que tenemos que ser obedientes a la palabra del Señor. 

En el capítulo 47, siempre de Isaías del versículo 1 al 3 dice: Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán tierna y delicada. Toma el molino y muele harina; descubre tus guedejas, descalza los pies, descubre las piernas, pasa los ríos. Será tu vergüenza descubierta, y tu deshonra será vista; haré retribución, y no se librará hombre alguno.

En este versículo encontramos otro detalle que dice; descubre tus guedejas, descalza los pies, descubre las piernas, pasa por los ríos. Será tu vergüenza descubierta. Sí de verdad tomáramos en serio la palabra del Señor; seríamos muy cuidadosos en lo que mostramos o descubrimos a otras personas, ya qué, vivimos una realidad en donde las ovejas y las cabras se han desvestido y los lobos están alrededor, codiciando y llenando su mente de depravación para luego cometer actos impuros que son vergonzosos.

Muchos se sienten orgullosos por andar mostrando su cuerpo desnudo en la televisión, en redes sociales o en lugares públicos, pero la Biblia dice que es una deshonra. O sea, que es algo que disminuye la dignidad de las personas. En el libro de Nahúm, capítulo 3, versículos 5 y 6, leemos: Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos, y descubriré tus faldas en tu rostro, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza. Y echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré, y te pondré como estiércol.

Cuando Jehová habla en la Biblia de descubrir nuestra desnudez, se refiere a mostrar nuestras impurezas y pecados para que nos sintamos avergonzados, porque muchas veces por afuera tenemos apariencia de piedad, pero por dentro estamos llenos de cosas indignas. Por afuera nos mostramos hermosos, pero por dentro nos hemos prostituido con el mundo, tal como enseña el versículo anterior a estos que acabamos de leer en el Libro de Nahum que dice: a causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.

Esa desnudez, como vimos al principio en el libro de Génesis, es una vergüenza que representa nuestro pecado espiritual como dice Apocalipsis 3:18, Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Y Apocalipsis 16:15, dice: He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.

Si se fija bien en ambos versículos, se relaciona la desnudez con la vergüenza y el consejo del Señor, es guardar nuestras ropas, para vestirnos con vestiduras blancas. O sea, que podemos concluir en este primer programa, que para conocer cómo debe ser la vestimenta del creyente, lo primero que tenemos que saber, es que la desnudez del ser humano, no es algo que se debe de andar mostrando a los demás, no es algo que le agrada al Señor, no es algo que representa al creyente. ¡Es una deshonra!, y por ende debemos andar en todo lo bueno y en todo lo que honra al Señor y honra a nuestro cuerpo. Le invitamos a buscar en la sección de estudios bíblicos de nuestra página, el segundo programa de esta serie acerca de la vestimenta del creyente, para que usted pueda tener, todo el consejo del Señor y no solamente se quede con una parte. 

LA VESTIMENTA DEL CREYENTE

(SEGUNDA PARTE)

LA VESTIMENTA DEL CREYENTE

(TERCERA PARTE)

LA VESTIMENTA DEL CREYENTE

(CUARTA PARTE)