Las malas conversaciones

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Dice la biblia en la primera carta de Corintios, en el capítulo 15, versículo 33: No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

Esto debería de ser un llamado de alerta, para todos los creyentes y para aquellas personas que de verdad están buscando que el Señor tome el control de su vida. Menciono esto porque muchas veces tomamos a la ligera, nuestro círculo de amigos, o las conversaciones que tenemos a diario en nuestro trabajo, en nuestro hogar o con algún extraño.

La biblia, es clara cuando nos dice; que las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres, pero quizás usted no se ha puesto a pensar; que una costumbre, no se logra de la noche a la mañana. De hecho, una costumbre es la repetición frecuente de un mismo acto (Es decir que son acciones que las personas hacemos muchas veces, durante mucho tiempo)

En el mundo existen un sin fin de costumbres: Algunos tienen la costumbre de tomar café al levantarse, otros de comer siempre en el comedor, otros de salir a pasear los fines de semana y otros cantan mientras se están duchando. Pero el contexto de este versículo, no, nos está hablando de ese tipo de costumbres culturales o familiares, sino que está hablando de las buenas costumbres que debemos de tener los creyentes.

Pero por más que usted tenga la buena costumbre de leer la biblia, de orar o de congregarse. Si no tiene cuidado de esas malas conversaciones qué está teniendo, tarde o temprano le van a corromper o destruir todo lo que ha logrado en su caminar como creyente. Y no importa cuan espiritual o firme usted crea que está, si no tiene el cuidado necesario va a caer en las garras de satanás.

Y vamos a ser honestos, para que usted tenga una mala conversación, es porque está platicando con las personas incorrectas, las cuales pueden corromper su forma de comportarse como dice Proverbios 13:20: El que anda con sabios, sabio será; Más el que se junta con necios será quebrantado. Una persona que no es creyente siempre inclinará su corazón a las cosas del mundo y lo hará por medio de conversaciones sutiles, lisonjeras y engañosas. Un ejemplo de eso lo podemos encontrar, en el pueblo de Israel que recibió el mandato de Jehová; que al entrar en la tierra prometida, no debían aprender a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. Pero ellos no hicieron caso y se mezclaron con las naciones y aprendieron sus obras, y sirvieron a sus ídolos, los cuales fueron causa de su ruina.

De igual forma sucede el hoy en día con muchas personas, que no pueden llegar al conocimiento pleno de la verdad, porque rápidamente son seducidos y atraídos por satanás por medio de personas que tienen su tesoro en este mundo. Muchas veces esas malas conversaciones no son necesariamente de forma presencial, sino que también pueden ser por medio de las redes sociales o sitios de internet que visitan las personas, en dónde llenan su corazón de mucha información contaminada o podrida que ha sido redactada por el mismo satanás, para que las personas no se interesen por las cosas de Dios, o para que los creyentes corrompan las buenas costumbres espirituales qué tienen.

Así que le animo a que examine las conversaciones que está teniendo a diario, o esos sitios que esta visitando muy frecuentemente con su teléfono o en la computadora para que pueda ver si son de edificación para su espíritu o sin son vanas y sin provecho. Y si estas conversaciones son malas y están corrompiendo sus buenas costumbres, mejor aléjese de delante del hombre necio, porque en él no hallará labios de ciencia. La ciencia del prudente está en entender su camino; Más la indiscreción de los necios es engaño. Como dice Proverbios 14:7-8

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