Me guía Él, con cuánto Amor, me guía siempre mi Señor, al ver mi esfuerzo en serle fiel, con cuánto Amor me guía Él.
Me guía Él, me guía Él, con cuánto Amor me guía Él, no abrigo dudas ni temor, pues me conduce el Buen Pastor.
En el abismo del dolor, o en donde brille el sol mejor, en dulce paz o en lucha cruel, con gran Bondad me guía Él.
Me guía Él, me guía Él, con cuánto Amor me guía Él, no abrigo dudas ni temor, pues me conduce el Buen Pastor.
Tu Mano quiero yo tomar, Jesús, y nunca vacilar, pues solo a Ti te sigo fiel, se oyó decir, me guía Él.
Me guía Él, me guía Él, con cuánto Amor me guía Él, no abrigo dudas ni temor, pues me conduce el Buen Pastor.
Y mi carrera al terminar, y así mi triunfo al realizar, llegando al cielo vencedor, loor daré al Buen Pastor.
Me guía Él, me guía Él, con cuánto Amor me guía Él, no abrigo dudas ni temor, pues me conduce el Buen Pastor.