Pues cansado estoy, más tendré que seguir, hasta que Cristo me llame, al cielo, oh sí. Todo allá resplandece y el Cordero es la Luz, pero la noche es tan negra, cuál la mar, oh, sí.
Solo habrá Paz en el Valle algún día, yo sé, solo habrá Paz en el Valle, yo sé, para mí. No habrá tristeza, ni penas, ni luchas allí, solo habrá Paz en el Valle, para mí, oh, sí.
Manso entonces el oso y el lobo también, y el león con el cordero, dormirán, oh sí, y el niño pequeño, con la bestia feroz, llena será toda esta tierra, de esa paz, oh, sí.
Solo habrá Paz en el Valle algún día, yo sé, solo habrá Paz en el Valle, yo sé, para mí. No habrá tristeza, ni penas, ni luchas allí, solo habrá Paz en el Valle, para mí, oh, sí.
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