Oh, Dios, al comienzo del tiempo, creaste con solo hablar, conforme a Tu Imagen formaste a la humanidad, y cuando Tu Bien rechazamos, esclavos de la necedad, sabías que Cristo por Sangre, nos iba a Salvar.
Oh, cuánto Amor derramaste Señor, que ahora nos llamas hijos de Dios, uno con Cristo ¡Qué Redención! Somos siempre Tuyos.
Por Gracia ya somos familia, a salvo en Tu Tierna Bondad, traemos a Ti nuestras cargas y todo pesar, y aunque anhelamos ya verte, Tu Espíritu al alma dirá, que somos Tus hijos amados por la eternidad.
Oh, cuánto Amor derramaste Señor, que ahora nos llamas hijos de Dios, uno con Cristo ¡Qué Redención! Somos siempre Tuyos.
// ¿Qué más podrá apartarnos de nuestra esperanza? Como Tú podremos ser, somos siempre Tuyos //
/// Oh, cuánto Amor derramaste Señor, que ahora nos llamas hijos de Dios, uno con Cristo ¡Qué Redención! Somos siempre Tuyos ///
Todo este material es totalmente sin ánimo de lucro y ha sido publicado solo para la edificación del pueblo de Dios. Es por tanto para uso personal (No comercial).