UNA SABIDURÍA MUY NECIA

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Vamos a abrir nuestras biblias en el Libro de Mateo, en el capítulo 7 versículo 6. Dice así: No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. Me gustaría que se tomara algunos segundos, para que pueda volver a leer ese versículo que acabamos de leer y lo pueda meditar en su corazón. 

Bien. Lo vuelvo a leer, Mateo 7 versículo 6, dice: No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. Tengo que admitir que este es un versículo muy difícil de predicar y de hecho con solo leerlo, a muchos se les puede hacer difícil de comprenderlo, sobre todo porque son palabras que salieron de la boca de Jesucristo. 

Así que vamos a ver a la luz de la palabra, el contexto de este versículo, lo que significa para el mundo y lógicamente la aplicación para los discípulos de Cristo, es decir para los creyentes. Si usted ha tenido la oportunidad de leer alguna vez el Antiguo Testamento, sabrá lo que significaba y el valor que tenían para el pueblo de Israel, los cerdos y los perros. 

Incluso en nuestro contexto actual, podría ser fácil explicar, por qué el Señor advertía que no se diera lo santo a los perros, ni que se echaran nuestras perlas delante de los cerdos. ¿Qué cree usted que pasaría, si una mujer toma la joya más preciosa, la más cara y la más importante que tiene en su vida y se la regala a un cerdo, o a un perro? ¿Acaso usted piensa que estos animales valorarían el regalo que se les está dando? ¿Qué cree que pasaría con esas joyas? La respuesta es fácil; Seguramente serían pisoteadas, despedazadas o despreciadas sin importar el valor o cuán importante sean para usted. 

Así que el Señor, estaba haciendo una advertencia a sus discípulos, de lo que pasaría cuando predicaran el evangelio a la mayoría de las personas del mundo. Pueda que alguno de ustedes esté pensando: Bueno, pero ¿Cómo puedo cumplir, la parte que se nos manda a predicar el evangelio a toda criatura?, si pareciera que con este versículo de Mateo 7:6, se nos está limitando y casi diciendo, que no lo hagamos a toda criatura.

Pero todo texto, tiene un contexto y de hecho hay un pasaje muy similar en el Antiguo Testamento, en el libro de Proverbios en el capítulo 23, versículo 9 qué dice: No hables a oídos del necio, porque menospreciará la prudencia de tus razones.

Es decir, que el necio es tan necio, que va a menospreciar sus razonamientos, va a rechazar todo lo que usted le diga. Por eso es por lo que en Mateo 7:6, se habla de los perros y los cerdos, ya que, ambos son relacionados o comparados con la necedad del hombre. De hecho, en el mismo libro de Proverbios, pero en el capítulo 26, versículo 11 dice: Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su necedad.

No sé, si usted lo logra identificar, pero ese es el mismo versículo que Pedro utiliza en el Nuevo Testamento, para describir a aquellas personas que alguna vez fueron iluminados con el evangelio de Cristo, pero que a la verdad nunca se arrepintieron, nunca hubo un cambio real en su vida o peor aún, se endurecieron más y más y por eso decía que su postrer estado, viene a ser peor que el primero, porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.

El término “necio” se utiliza para describir a una persona que es terca, obstinada o testaruda. Alguien que persiste en llevar a cabo sus ideas o acciones sin prestar atención a consejos razonables o a las advertencias que le hagan otras personas. Puede que alguno de ustedes, al escuchar este mensaje diga: Esto no tiene nada que ver conmigo, ya que, me considero una persona sabia y prudente. Pero pueda que otros inmediatamente se sientan identificados y quieran de una vez por todas terminar con esa necedad. Pues si ese es su caso, le recuerdo que la Biblia nos enseña muchas cosas para nuestro beneficio y en particular en el libro de Proverbios, podemos leer muchos consejos, pero si pudiésemos hacer un resumen de dos palabras de este libro, diríamos: Sabiduría y Necedad. Esas dos palabras, son el punto principal del libro de Proverbios. De igual forma en el Nuevo Testamento podemos ver la diferencia bien marcada entre el hombre sabio y el hombre necio. 

Y es que la necedad del hombre llega a tal punto, que dice proverbios 17:12: Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros, que con un fatuo en su necedad. Y acá tenemos otro versículo muy difícil de digerir. Pero para explicarlo en palabras sencillas; No sé si ustedes, alguna vez se enojaron mucho (si alguien dice que no, ¡está mintiendo!, porque todos nos hemos enojado más de alguna vez) Nuestro enojo terrenal y carnal es algo muy terrible y peligroso y más cuando se convierte en una ira incontrolable, porque podemos llegar a tal punto de matar a otra persona, como sucedió con Caín qué mató a su hermano Abel. Pero por más que el hombre se enoje, su enojo nunca se podría comparar con el enojo de una osa a la cual han robado sus cachorros. De por sí, los osos son animales salvajes y si a eso le agregamos un enojo o furia, seguramente no los podríamos calmar ni podríamos razonar con ellos y decirle; “Cálmate, nosotros iremos a buscar a tus cachorros”. Seria inútil, cualquier intento que hagamos para tratar de frenarlos a ellos.

Pero la Biblia dice que es mejor encontrarse una osa enojada que con un necio. No sé, si usted ha tenido la oportunidad de conocer a los osos. De hecho, la mayor parte de su tiempo se ven apacibles y tranquilos, pero por nada del mundo nos acercaríamos a ellos sin ninguna protección, porque sabemos que tienen un instinto salvaje y de destrucción total. Y siendo honesto a mí en particular, no me gustaría encontrarme con una osa enojada qué quiere destruir todo lo que se le ponga por enfrente. Mi vida estaría en un riesgo inminente, pero, aun así, la biblia dice que es mejor encontrarme con esa osa, que con un necio. Mire qué terrible es la necedad del necio, para que la biblia diga eso. Mi mente y cuerpo natural, preferiría hablar con un necio, pero a la Biblia me dice que ¡no!, que es más fácil que pueda razonar aquella osa enojada (Lo cual me parece casi imposible) pero la biblia dice que es más difícil hacer caer en razón al necio y que se vuelva de su necedad, porque el necio, una vez que se mete en un tema, de ahí no lo saca nadie. No importa lo que le diga, no importa las estrategias que utilice, no importan los testimonios, ni las pruebas ni las consecuencias. ¡El necio es capaz de morir por y con su necedad! 

Pues entonces si lo vemos desde ese panorama, puede ser más fácil que entendamos el versículo, de que no debemos dar lo santo a los perros, ni echar nuestras perlas delante de los cerdos, porque las van a pisotear y nos van a despedazar. Y usted se puede preguntar, ¿Cómo una persona puede llegar a ese punto de necedad? ¿Cómo puede ser que alguien ya no pueda razonar ni reaccionar? ¿Cómo es posible, que usted le pueda predicar el evangelio cientos de veces a una persona y siempre lo rechace, inclusive puede llegar a tal punto, que lo insulten o lo pisoteen? 

Y claro que, sí existe una razón por la cual el ser humano llega a ese punto de necedad. Y le sucede tanto a personas que siempre han rechazado el evangelio, como a aquellas personas que alguna vez lo recibieron, pero como dijo Pedro, después que oyeron el santo mandamiento, volvieron otra vez a revolcarse en su propio vómito (Y por cierto eso del vómito no es nada apetitoso, pero así es el pecado, para el pecador)

La razón por la cual las personas actúan de esa manera, la encontramos siempre en el Nuevo Testamento, en el libro de Romanos en el capítulo 1, versículo 18 en adelante, que dice: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios.

Hay algunas personas que dicen que Dios simplemente no existe, otros dicen que a Dios nadie lo puede ver, otros dicen que cada uno cree en el Dios que quiere creer y otras cosas similares a estas. Pero en estos versículos que acabamos de leer en el libro de Romanos, se nos está diciendo algo que la humanidad no puede negar. Dios se ha manifestado desde el principio de la creación y todas las cosas invisibles de Él, son claramente visibles para todos los seres humanos. ¡Todos respiramos! Y esto no sucede, porque seamos unos robots programados, sino porque existe el aire y el oxígeno, tenemos el sol, la luna, las estrellas, la lluvia y todas las estaciones del año, de modo que toda en la tierra está diseñada de una forma perfecta y si hablamos de que la tierra es una creación eso significa que hay un creador, si nosotros somos criaturas, significa que alguien nos ha creado. Si usted se asombra con una obra de arte, tiene que reconocer que esa obra de arte no se hizo sola, detrás de eso hay seguramente un gran artista, es decir un creador. detrás de un pastel hay un panadero, detrás de un edificio hay un constructor, entonces detrás de nosotros hay un creador. Y eso es lo que está diciendo Romanos, la misma creación muestra toda la obra de Dios, es la señal más visible y palpable de que si existe un Dios. Pero el gran problema, no es la existencia de Dios, el gran problema es que el ser humano ha rechazado a Dios y por eso dice que se envanecieron en sus razonamientos. El ser humano se jacta de inteligencia, de sabiduría, de ciencia, y dice: Cuánto hemos mejorado de todo lo que hemos inventado. Pero todo eso no es nuevo. Lo mismo pensaron las personas que hicieron la torre de babel, las pirámides, los grandes inventos o imperios qué se creían invencibles, porque habían conquistado gran parte del mundo. De la misma manera, las personas ahora creen que somos  la única generación inteligente que ha vivido, la que ha revolucionado el mundo, pero no hay nada nuevo debajo del sol, como decía Salomón. Así que profesando ser sabios nos hemos hecho unos necios, cuándo rechazamos a Dios y creemos que podemos vivir nuestra vida sin Él. 

Toda necedad tiene sus consecuencias y no debemos de confundir lo que es una necedad. Por ejemplo; Si usted va manejando en su vehículo y al llegar a una calle, la persona que va con usted le dice que la mejor ruta es que gire a la izquierda, pero resulta que usted gira para la derecha porque creía que era la mejor opción (Aunque al final la mejor ruta era la izquierda). Eso no lo convierte en un necio, ya que son cosas naturales y cotidianas que a todos nos puede pasar (Son puntos de vista). Pero si de nuevo usted vuelve a pasar por la misma calle y nuevamente le recomiendan que gire a la izquierda y usted insiste en doblar a la derecha, eso lo vuelve necio, porque está repitiendo las mismas necedades por defender su postura, ya sea por orgullo o por ego. Lo mismo pasa con aquellas personas, que se les predica el evangelio una y otra vez. Se les indica cual es la puerta de entrada y el camino que deben de seguir, pero hacen todo lo contrario de lo que se les dice. Por esa razón Pablo les decía a los creyentes en Efesios 4:17 al 19: Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

Usted puede pensar qué Hitler fue un ser humano muy malvado y perverso, porque mató a muchos y claro que lo fue, o puede que piense que algunos políticos de su país son unas personas muy perversas. Pero usted tiene que entender algo: El necio nunca se ve, como un necio, de hecho, él no entiende, que no tiene entendimiento. Como ya lo había mencionado anteriormente, el libro de Proverbios está lleno de muchos versículos qué hablan acerca del necio y su necedad. Usted quizás, no se ve como uno de ellos, porque tiene un concepto erróneo de lo que es un necio. Un necio, no necesariamente tiene que ser un asesino en serie. Por naturaleza todos los seres humanos somos necios. Es el señor en su misericordia, gracia y bondad que no permite, que se manifieste toda esa necedad en nosotros. Pero cuando las personas se rehúsan a creer en Dios, entonces Dios los entrega a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen, como los pleitos, los asesinatos, las violaciones, los crímenes, la venganza, la ira, el odio y todo tipo de necedades que hunden al hombre en miseria eterna, porque quieren vivir ajenos de la vida de Dios.

Y a esos, normalmente la biblia los conoce como ateos. Les recuerdo que un ateo, no es una persona que no cree en Dios, ateo es aquella persona que vive ajeno a la vida de Dios, es aquel que no quiere que Dios gobierne su vida. No le interesa en lo mínimo que el Dios de la biblia le muestre cuáles son sus mandamientos, antes que eso, prefiere crear su propio dios, es decir, su propia mente es la que establece, lo bueno y lo malo según su vana sabiduría. Y justamente por eso es que el versículo de efesios dice que, al rechazar a Dios, los seres humanos pierden toda sensibilidad y se entregan a la lascivia, para cometer con avidez toda clase de impureza. Cuando las personas pierden toda sensibilidad; ya no les importa nada en la vida, les da igual todo. Algunos saben lo que dice la biblia, pero están endurecidos a tal punto qué han perdido su razonamiento y su amor. A diario vemos en las noticias, que las personas se matan unos a otros y muchas veces las personas se sorprenden de esas noticias, pero es algo muy común en las personas que vive sin Dios, porque como han rechazado al creador, no tienen amor por su creación, es decir, por el prójimo. El amor de muchos se ha enfriado, las personas ya no aman y cuando aman, solo lo hacen por interés, ya no quieren dar, solo quieren recibir. 

Y esto no sucede de puro  gusto. Claro que hay un motivo por el cual las personas rechazan a Dios y eso lo podemos leer en evangelio de Juan capitulo 3, versículos 18 al 20. Dice así: El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

Imagínese que usted vive en un pueblo en donde nunca ha habido luz eléctrica y cuando por fin llega el proyecto de la luz al pueblo, resulta que una persona dice “yo no quiero luz en mi casa, tiren los cables por otro lado porque yo no quiero que la luz entre en mi casa” seguramente todo el pueblo lo va a ver como alguien necio o loco, pero seguramente debe de existir un por qué, él, no quiere que la luz llegue a su casa y lo más lógico es que le gusta vivir en tinieblas porque tiene cosas que quiere ocultar, pues eso es lo que dice Juan 3:18 al 20 que las personas están dejando ir la luz del Señor, por vivir en el pecado, porque dice que amaron más las tinieblas que la luz, o sea que amaron más el mundo que a Dios Y realmente si hay que ser muy necio, para querer ganar cosas en el mundo que son temporales, pero que al final nos llevarán a perder nuestra alma. La ganancia temporal de este mundo es basura, si se le compara con la eternidad con Cristo, como nos decía Pablo. Usted debe considerar si realmente vale la pena, esos pecados con los que está luchando, si vale la pena esa obsesión terrenal que tiene con alguien o con algo, si vale la pena perder su alma por ellos. Un ejemplo de esa misma necedad, la podemos encontrar en el pueblo de Israel (Que por cierto, ese pueblo también es una prueba palpable de la verdadera existencia de Dios) tan solo con conocer su historia podemos ver la gracia y misericordia del Señor y no solo eso, también podemos ver las consecuencias de rechazar al verdadero Dios, que nos quiere salvar y nos llama de todas las maneras, para que nos volvamos de nuestras necedades, como lo podemos leer en el libro de Amós en el capítulo 4, versículos del 6 al 11: Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová. Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.

¿Sabe cómo se llama eso? Necedad. Muchos de ustedes, la están pasando mal en esta vida, están teniendo muchas luchas, batallas, golpes, enfermedades, pero, aun así, no se quieren rendir. No se quieren volver a Dios. Algunos puede que me digan, ¡no! Yo sí me estoy volviendo a Dios a mi ritmo y a mi manera, pero esa opción, simplemente no existe en la biblia. La única manera de volverse a Dios es a la manera de Dios y eso es por medio de Jesucristo. Las personas aún tienen esperanza de conquistar el mundo y algunos hasta han cambiado la gloria de Dios por un carro, por una casa, por trabajo o por dinero. Y en esa parte si quiero profundizar un poquito más. Y probablemente muchos se desconecten mental y espiritualmente, porque ahora viene lo principal de lo que hemos venido hablando, del porque no se debe de dar lo santo a los perros, ni echar nuestras perlas delante de los cerdos, para que no las pisoteen, o se vuelvan y nos despedacen.

Sí bien es cierto que todos los seres humanos somos iguales y a todos se nos ha ofrecido la salvación de forma gratuita, la realidad es que no todos han respondido al evangelio de la misma manera. Los que han rechazado la luz, se han endurecido y se volvieron necios y a eso hay que agregar lo que dice la Segunda carta de Corintios en el capítulo 4, versículos del 3 al 4: Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

El que ciega el entendimiento de los incrédulos es satanás. satanás es el enemigo de las almas y les ha cegado el entendimiento. ¿Y para qué? Para que no les resplandezca la luz del evangelio. él quiere que todos perezcan. Así que, cuando usted se endurece contra Dios, satanás se encarga de que usted destruya todo lo que tenga que destruir. (Y usted estará tan ciego, que no lo verá como destrucción, porque satanás le dirá que usted tenía la razón y que esas personas se merecían lo que usted les hizo porque usted es la víctima)  

En esos momentos, las personas piensan que están siendo ellas mismas y no se dan cuenta, que es alguien más quién los controla. De dónde cree que viene esa voz que le dice en su interior qué no perdone, que no se ablande, qué pague con la misma moneda. Santiago decía que, si usted quiere ser amigo del mundo, entonces se vuelve enemigo de Dios. Entonces por hacerse amigo del mundo se vuelve un siervo de satanás, que lo ciega y lo controla, como también lo podemos leer en el libro de efesios en el capítulo 2. Versículos del 1 al 3: Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Estos versículos confirman que, todos los seres humanos, somos iguales. Todos éramos hijos de ira, hasta que nacemos de nuevo, cuando creemos que la salvación es por gracia por medio de Cristo. Pero aquellos que se rehúsan en el Señor, tienen un espíritu de desobediencia que opera en ellos. Así que solo existen dos tipos de personas en el mundo: Los que tienen el espíritu de Dios y los que tienen el espíritu del príncipe de la potestad del aire. 

Cuando las personas están con el espíritu de satanás, viven en los deseos de su carne, quieren satisfacer todos los deseos terrenales y mundanos que existen. Gálatas da una lista muy amplia de esas obras de la carne, pero también dice que manifiesta el fruto del espíritu Santo. (Así que usted sabrá en cuál de los dos lados está) y menciono esto, ya que, algunas personas se atreven a decir que son cristianos, solo porque hicieron una oración de fe, o porque se bautizaron, o porque se congregan. Pero si usted dice ser creyente y en su diario vivir nunca hay amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; ¡No se engañe! Usted no tiene el Espíritu Santo, si no el espíritu de satanás que normalmente anda en enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, envidias, y otras cosas parecidas a estas; 

Las personas que son controladas por él espíritu de satanás, en el fondo, saben que tienen que pedir disculpas y no las piden. Saben que tienen que perdonar y en cambio siguen guardando más rencor. Así que, si usted está escuchando este mensaje hoy, le invito a que se arrepienta y que no confíe en su necio corazón, porque satanás puede arrancar esta palabra que hoy usted está escuchando. Y si no me cree le invito a que lea el evangelio de Lucas en el capítulo 8, en los versículos 11 y 12 qué dice: Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.

Se acuerdan que hace unos minutos, les dije que probablemente su mente se iba a desconectar de este mensaje, porque viene satanás a quitar esa semilla. él la va a quitar de su corazón, para que usted no crea ni se salve. satanás le va a susurrar a su oído muchas cosas. Y no crea que le va a hablar mal de usted, al contrario, él le va a hablar bien de usted y mal de las otras personas e inclusive le va a hablar mal de mi, para que usted se justifique. Y esto es algo que lamentablemente está pasando con la mayoría de las personas que dicen ser cristianos: están viviendo dentro de una “moda” llamada “cristianismo” y no pueden ver más allá de lo que ven sus ojos, porque no tienen el Espíritu Santo y no pueden ver las tinieblas, ni en el mundo y mucho menos en la iglesia. 

Y hablando de tinieblas, algunos de ustedes necesitan renunciar a ciertas amistades del mundo y no lo hacen por rebeldía. Algunos necesitan renunciar a ciertos negocios o vicios que tienen y no lo hacen por la rebeldía de su necio corazón, que piensa que es más sabio y listo que todos los demás, como alguien que podemos leer en el nuevo testamento que se creía más listo que todos los demás. Pero si usted analiza la vida de este personaje, verá que primero no creyó en el Señor nunca, luego lo rechazó, luego se endureció y luego satanás tomó el control de su corazón (Por cierto, esta persona por afuera no se miraba mala. Al contrario, tenía apariencia de piedad y se mostraba como un creyente) y digo esto porque digo esto. Porque dice la biblia que en una ocasión una mujer tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. Y aquel “discípulo” dijo ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero la biblia aclara que esas palabras eran falsas, porque él era un falso creyente ya que dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y tenia la bolsa y sustraía de lo que se echaba en ella.

Efectivamente estoy hablando de Judas. Que cuando se sintió confrontado por la palabra de Cristo, se endureció más. Y entonces fue donde ciertas personas y dijo: Bueno si me dan dinero, yo se los entrego. Y le ofrecieron 30 monedas de plata y dijo Judas dijo: ¡Trato hecho! Y cuando estaban en la última cena, dice la biblia que, satanás entró en él y Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Se acuerdan de que antes habíamos leído lo que decía Pedro, que su postrer estado viene a ser peor que el primero y que el perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. Porque cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y cuando llega, la halla barrida y adornada. (Es decir sin el Espíritu Santo) Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. 

Y en el caso de Judas se endureció tanto que fue controlado por satanás a tal punto, que no se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Su traición fue tan terrible qué fue capaz de ir a darle un beso al Señor que había traicionado. Y sabe cuál es el problema más grande en todo esto, es que a las personas se nos olvida que satanás es un mentiroso y asesino, que solo utiliza a las personas como instrumento para destruir a otros, pero una vez que logra su objetivo también va a destruir a la persona que le sirvió como instrumento. No crea que satanás se preocupa por las personas. Cuando le dijo a Cristo que le daría todos los reinos del mundo si postrado le adoraba. Era una trampa. En cuanto lo hiciera, satanás lo mataría, como hizo con Adán, porque la paga del pecado es la muerte. Entonces lo mismo le va a pasar a usted si sigue deleitándose en su pecado y obedeciendo lo que dice satanás, ya que, todo pecado tiene sus consecuencias. De hecho cuando Judas vio las consecuencias de lo que había hecho, dice la biblia que recapacitó y fue a devolver el dinero que le habían dado por entregar al Señor. Y sabe lo que le respondió satanás por medio de sus otros instrumentos: ¡Y a nosotros que!, allá tú, ese es tu problema, yo ya te utilicé, ahora me eres inútil. No importa lo que llore, o si usted se ahorca. A satanás no le importa ni su vida ni la mía.  Y de la misma manera que le pasó a Judas, el necio no se da cuenta de lo que está haciendo. Destruye, destruye, destruye, se justifica, se justifica y se justifica, hasta el momento que la venda de satanás es quitada de su corazón, pero para muchos, ese momento ya es muy tarde porque el daño ya está hecho. 

Muchas personas han perdido años de su vida por estar en rebeldía contra el Señor. Otros han perdido su salud, trabajos o algún ser querido, porque el necio no sabe, ni entiende lo que está haciendo. Cristo mismo, cuando estaba en la cruz dijo: Padre perdónalos porque no saben lo que hacen. No saben que están matando al autor de la vida, no saben que están perdiendo su alma por cosas que no tienen valor. No saben ni siquiera hacia donde se dirigen, como dice la primera carta de Juan, en el capítulo 2, versículos 10 y 11: El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Piénselo por un momento, Sí, Cristo es la luz, ¿Quién creen que son las tinieblas? Efectivamente, satanás son las tinieblas. Entonces el que ama a su hermano permanece en Cristo y en él no hay tropiezo, pero el que aborrece a su hermano está con satanás y anda con satanás y no sabe dónde va porque satanás le ha cegado los ojos. Es decir que si usted aborrece a su hermano y no lo quiere perdonar; Usted está en tinieblas y no saben a dónde va y eso lo podemos comprobar con las personas que les predicamos el evangelio y lo rechazan una y otra vez. Su necedad llegó a tal punto, que le pueden decir a aquella osa a la cual le han robado sus cachorros: Ven a sentarte aquí a la par mía, no te preocupes, tu no eres tan terrible y necia como yo, porque mi necedad ha llegado a tal punto, que lo he destruido todo y, aun así, no me importa. Me han predicado el evangelio y yo no aceptó consejos, porque digo voz de hombre y no de Dios, y aunque la biblia me dice lo mismo, entonces digo: Voz de otro hombre y no de Dios. Talvez, osa, si se me presenta Dios en vivo y en persona, medio podría creer. Pero eso realmente es falso, porque la biblia dice en apocalipsis que hay personas que estando en el lago de fuego que arde, ni aun así se arrepintieron y blasfemaron el nombre de Dios. No se quisieron rendir ni doblegarse. 

Entonces, puede que algunos de ustedes se estén preguntando ¿Por qué estoy predicando? Si es mejor encontrarse con una osa enojada que con un necio o si las personas van a seguir pisoteando y rechazando el evangelio una y otra vez ¿Por qué predicamos?. La respuesta a eso, lo encontramos en la Segunda carta de Timoteo en el capítulo 2, versículos del 24 al 26 que dice: Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

Las personas están cegadas pero también están amarradas con el lazo del diablo. satanás no tiene el menor interés en dejarlos ir, e irónicamente pareciera que las personas tampoco tienen ganas de irse de las manos de satanás. Prefieren vivir en esa oscuridad y revolcarse en su mismo vómito antes de humillarse, antes de reconocer que están mal. Porque toda persona que está atada por satanás, vive un infierno en su corazón, aunque en apariencias le diga al mundo que es feliz, pero el Señor, no mira nuestra apariencia, sino lo que hay en nuestro interior. Y yo sé que algunos de ustedes han intentado varias veces escaparse del lazo de satanás y es ahí donde muchos falsos predicadores, se aprovechan de las almas inconstantes, porque les ofrecen un “dios” que va a satisfacer sus mismos deseos carnales a cambio de dinero. Pero el resultado es el mismo, porque es el mismo satanás que se ha disfrazado como ángel de luz, para que nunca conozcan al verdadero Dios, ni se escapen de su lazo de perdición eterna. (El usara cualquier instrumento para que usted nunca conozca a su Señor y salvador)

En el pasado Dios le decía a los Israelitas: Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. El día de hoy el Señor, también quiere que usted se escape de lazo de satanás y por eso él constituyó; Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, para que todos escuchen las buenas nuevas y se conviertan de sus malos caminos. Pero es necesario que también usted se quiera escapar de ese lugar, porque si no, las cosas van a ir de mal en peor y al igual que Judas, en algún momento de su vida, usted va a abrir los ojos y se va a dar cuenta de lo que su necedad y satanás hicieron al arruinar su vida y la de lo que estaban a su alrededor.

¿No cree que ya es tiempo de salir de ese lugar? Así que, predicamos la palabra a un mundo necio, por obediencia al Señor y porque aún tenemos la esperanza de que algunos escuchen la voz del que clama de los cielos, predicamos para que algunos miren la luz de vida y salgan de esas tinieblas, porque de una forma u otra, todo creyente ha llegado a los pies de Cristo estando en rebeldía como dice primera de Corintios, capitulo 1, versículos 26 y 29: Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.

De hecho, hoy, yo no vengo aquí no como un súper predicador sabelotodo. Vengo a decirles que lo necio del mundo, fui yo, porque lo vil del mundo escogió Dios, lo menospreciado y lo que no es. Yo fui una persona muy necia y rebelde. Destruí muchas personas y cosas que eran de mucho valor, pero el Señor en su misericordia me salvó. Así que si usted me esta escuchando el día de hoy, aun hay esperanza. No importa si está en la cárcel, en el hospital, en su carro, en su trabajo o en cualquier lugar de oscuridad. El Señor quiere que todos sean salvos, quiere que todos nos volvamos a él. No importa cuan oscura es la noche para usted, aun hay luz, aun hay esperanza, si usted se rinde, si usted deja que Dios gobierne su vida.  Es cierto qué para el incrédulo la vida del cristiano, parece una locura. Al mundo le parece algo loco, la forma en la que vivimos los creyentes. Pero a los creyentes nos da pesar, que el mundo no ve en la necedad en la que están viviendo, son ellos los que viven en locuras y desenfrenos. Hoy en día es difícil encontrarse a una persona cuerda. todos andan como locos en su propia necedad, llenos de ira, rencor, resentimiento, con ganas de pelear con todo el mundo.  

Y por eso el Señor nos hacía la advertencia de que no sería fácil predicar su palabra. Sí a él, lo rechazaron, era lógico que a los que predicaran su palabra, también los iban a rechazar. Si al hijo del hombre, lo mataron, ¿Qué creen que van a hacer con nosotros? El rechazo es algo normal y natural que va a suceder siempre. satanás no va a soltar jamás a ningún incrédulo. el no lo va a querer dejar ir nunca a usted, pero si existe una manera en la que usted puede escapar de esa oscuridad, en la que usted puede soltarse de ese lazo de satanás y esa la puede leer usted mismo en libro de Santiago, en el capítulo 4, versículo 7, que dice así: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Si usted se somete a Dios, va a ser el diablo el que va a huir de usted, porque Dios es más fuerte, Dios es poderoso. Dios enviara su Espíritu para que usted salga de las tinieblas de su pecado y escape de ese lazo de incredulidad y necedad con el que está atado por satanás. Por eso es necesario que usted se someta a su nuevo Señor. No, a medias no, en partes, no a ciertas horas de la semana. sino que se someta al Señor siempre en todo y para todo. Sí su palabra dice que usted tiene que perdonar, pues tiene que perdonar. Si su palabra dice qué tiene que amar a su prójimo, como a usted mismo. Pues hoy es un buen día para hacerlo. Tenemos que someternos al Señor, porque el Señor es la verdad que lo hará libre de esa prisión de oscuridad en la que se encuentra. Yo no sé lo que vaya a pasar con su vida. pero espero que no pisotee las perlas y el tesoro qué se le dio este día. Es tiempo que tome las mejores decisiones para su alma, porque ya ha escuchado la palabra de Dios. Así que le invito a que renuncie a su necedad para que vengan tiempos de refrigerio de la presencia de Dios.

¡Vamos a orar!

UN TESORO ESCONDIDO

LA FE DE TOMÁS

A SOLAS CON MI PECADO