Cristo, el Señor me Ama por siempre, mi vida guarda Él tiernamente, vence el pecado, cuida del mal, ya pertenezco a Él.
Ya pertenezco a Cristo, Él pertenece a mí, no solo por el tiempo aquí, más por la eternidad.
Gozo indecible inunda mi alma, ya libertado estoy, mi vida llena está de felicidad, ya pertenezco a Él.
Ya pertenezco a Cristo, Él pertenece a mí, no solo por el tiempo aquí, más por la eternidad.
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